viernes, 1 de mayo de 2009

Los recuerdos...

Estoy sorprendido de lo complejo que es la fisiología humana, como la combinación de ciertos componentes químicos mezclados en el momento oportuno y la cantidad justa hace que el cerebro lo interprete como una fiesta desenfrenada de emociones.
Pero ¿qué puede ser el detonante para ese cóctel explosivo?, hablando más allá de recurrir a la ingesta artificial de "la química".
A todos nos ha tenido que pasar, que en un momento de nuestra vida se haya desembocado una tormenta emocional, esto no tiene que ser triste, todo lo contrario porque las emociones pueden reconfortarte, cierto es que no siempre lo hacen.
Pero es muy curioso que cuando este torbellino sentimental te está consumiendo viene de la mano de los recuerdos. ¡Ay! ¡Dichosos recuerdos!, vienen del pasado a revivirse en el presente como si acabaran de suceder y hace ya años que quedaron atrás y pensabas iluso que estaban enterrados. Es la proyección mental de la película de tu vida, pero no dirigida por cualquier director, sino del mejor que conozcas, que dependiendo no sé de qué, a veces te crea el éxito del año, o por contra, el fracaso de tu vida, da igual que la superproducción sea una comedia, un drama o incluso una tragedia. Es la rigurosa selección de los recuerdos la que provoca estas variaciones. Y es a consecuencia de la química, gloriosa alquimia tantos siglos buscando y experimentando como transmutar metales y está en nuestro cuerpo el verdadero laboratorio.
Pero ¿cómo arranca toda esta compleja maquinaria, como comienza a funcionar, que proboca que se desentierren los recuerdos y no vuelvan al lugar de donde vinieiron?...

1 comentario:

Elena dijo...

Los recuerdos... Parte de nuestra historia, de lo que somos, de lo que seremos. Nos acompañan a lo largo de la vida, reavivando en ocasiones emociones olvidadas, pero no perdidas. Con ellos crecemos y por ellos nos construimos. Que nunca se conviertan en una carga para nosotros!!! Sean siempre vehículo para la superación y el aprendizaje ;)
Besitos*